domingo, 26 de febrero de 2012

Capitulo 11

"Ciao Italia". Eran las únicas palabras que pude pronunciar en aquel momento, estaba completamente impresionada.
-¿Como sabías que quería venir a Italia?
-Digamos que tienes una amiga que sabe mucho de ti.
-¿Carlota?
-Ahhh.
¡Carlota sabía todo eso y no me dijo nada! Bueno, si me hubiera dicho algo no hubiera sido igual de bonito, ni de misterioso, ni de emocionante... Madre mia, Italia. Llegamos al hotel, una entrada preciosa, el suelo imitaba el mármol y en la recepción había muchísimas Directoners esperando a que su ídolo se acercara a pedir la llave de la habitación.
-Voy a buscar la llave de nuestra habitación, esperame aquí.
-Vale - me quedé sentada en un sofá que estaba enfrente del mostrador.
-¡Hola! - Dos italianas se me acercaron.
-Ciao - las saludé y esbocé una sonrisa.
-¿Sabes Italiano? - me hacía gracias su pronunzación en Español.
-No, solo se decir Hola - y solté una carcajada.
-Yo saber algo de Español, ¿puedesme seguir en twitter? - Era mas que evidente que sabía "algo" de Español, los verbos no eran lo suyo y supongo que la otra chica, su amiga, no sabría decir nada.
-Si, escríbemelo - me escribió sus twitters en un papel y se sacaron una foto conmigo.
-¡Adiós Bella! - y se fueron.
Vaya, era increíble ¡tenía fans! La gente me seguía y me sacaban fotos, yo seguía ahí sentada en el sofá mientras Zayn esperaba por la llave, se giraba hacia mi y me miraba con una sonrisa tonta seguida de un "I love u", era como si tu me loves, yo te loveo más.
-¿Vamos?
-Vamos - cogió la llave con los diente y me cogió en brazos, como si fueramos unos recien casados llendo hacia la puerta esperando rosas y arroz.
Piso 10, habitación 1016. 16, ese era nuestro número, nuestro día, el día en el que pude empezar a decir que él era todo mío. Sólo habían pasado 2 días y ya estabamos en Italia, entonces en 2 años... ¡me habré recorrido el mundo! Que idiotez, y me reí para mi. Zayn abrió a puerta y me hizo una reverencia para que entrara yo primero.
Era una suit, muy grande. Cama en el medio detrás de una gran cristalera, unos sofás blancos, suelo de madera y papel de pared marrón pastel pero todo el mobiliario tenía un cierto estilo moderno.
-¡Que cómoda! - dije mientras me tiraba sobre la cama.
-Es toda nuestra - se tumbó conmigo, a mi lado y me besó. Unos besos que podrían haber llegado a algo más si no fuera de día aún.
-¿Que es lo primero que quieres hacer?
-¡Comer una pizza Italiana!
-¿Llamo a servicio de habitaciones o vamos a un restaurante?
-Mmm, llama al servicio de habitaciones, quiero estar solo contigo - me besó ligeramente y cogió el auricular del teléfono.
Cogí mi maleta y la puse sobre la cama, ¿que me habría comprado? Espero que fuera algo bonito, de mi estilo y sobre todo que no se pasara con algunos escotes. Abrí el candado con la llave y empecé a abrir la cremallera, elevé la tapa y vi un vestido marrón con unas botas del mismo color, unas medias transparentes, una chaqueta marrón también, un collar y un cinturón. Era un conjunto realmente precioso, dudaba bastante que lo escogiera él. También había ropa interior y un pijama bastantes sexys, que ese seguro que lo habría escogido él.
-Ya he llamado, nos la traen dentro de nada - se dió cuenta de que había abierto la maleta - ¿Te gusta lo que compré?
-El vestido es preciosísimo, ¿lo escogiste tú?
-Si, aun que la dependienta me tuvo que ayudar con las tallas...
-¡Me encanta! Enserio - yo sonreí y el al verme sonreir, sorió también. Eramos todo sonrisas.
-¿Y el pijama?
-Un poco corto demás, que estamos en invierno, pero es muy mono.
-Seguro que te queda genial.
Esa mirada sexy me estaba matando, pero de matar. Él estaba ahí tumbado en la cama, mirandome de esa forma y yo seguía pensando lo rápido que había pasado todo esto, las fans, TODO... Era el momento de disfrutar mi estancia en Italia, así que la aproveché con quien más quería, dejé de pensar  y me abalancé sobre él. Besos y abrazos era lo único que respiraba mientras compartíamos la pizza, mejor dicho la porción. Él se cogia una y yo le iba quitando mordiscos hasta que me comía la mitad y Zayn la otra mitad y teníamos que coger otra porción.
Llamé a Carlota y le expliqué todo, y ella me dijo que me tenía que contar cosas muy fuertes, me dejó con una pequeña pista sobre lo que sudecía que por lo visto no era nada malo.
Estaba flotando sobre una nubre, que dentro de poco, chocaría contra una montaña.

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