miércoles, 28 de marzo de 2012

Capitulo 20

Abrí los ojos y le vi dormido a mi lado, tenía el pelo hacia abajo, estaba realmente mono. Moví lentamente su brazo quitandomelo de encima y lo apoyé sobre la almohada, no le iba a despertar todabía. Me puse la ropa interior y me tapé con una sábana. De todas las velas que Zayn había puesto solo quedaba una encendida, la apagué de un soplo. Yo quería ser esa vela con Zayn, que aun que todas se fueran apagando ser la vela que queda encendida, la que aguanta mientras las demás se apagan.
Cogí el teléfono y llamé al servicio de habitaciones para pedir el desayuno, tan solo unos 5 minutos después petaron en la puerta y cogí el desayuno. Me volví a meter en la cama y me abracé a Zayn.
-Buenos días amor -le besaba en el cuello- ¿vas a despertarte?
-Contigo siempre -me agarró poniendome encima suya y apartandome en flequillo hacia un lado.
Me levanté y fuí a coger la bandeja con el desayuno, se la puse en las piernas. Desayunamos juntos, tonteando, mirandonos, besandonos.
Nos vestimos entre risas, dulces empujones y muchos, pero que muchísimos besos. Todo tan dulce y tan perfecto que algo lo tenía que fastidiar al salir por la puerta del hotel.
-¡Zayn! ¿Que tal esta noche?
-¡Laura! ¿Que nos puedes decir de ayer?
-¿Una gran noche chicos?
-¿Que habeis hecho?
Paparazzi, habría unos cuarenta sacandonos fotos y haciendonos preguntas. Zayn me abrazó por el hombre y fuimos hasta el taxi que nos esperaba.
-Lo siento.
-¿Por qué? No es culpa tuya...
-Si, no fuera famoso...
-No vuelvas a decir eso. No me vuelvas a pedir perdón por eso, te quiero y todo lo demás me da igual -un beso era captado por todas las cámaras mientras el taxi arrancaba.
Hubo un poco de silencio, notaba como Zayn me apretaba un poco mas fuerte con su abrazo, juntandonos más mientras yo le rodeaba con mis brazos.
-Te quiero Zayn.
-Laura.
-Bajamos aqui, tengo una cosa.
Zayn pagó al taxitsa y abrió la puerta, salí detrás de él. Por suerte ahora mismo ya no había paparazzi fuera, no estabamos lejos de mi casa, aun que tampoco lejos de la casa que tenía con los chicos, era como un punto medio entre nuestras casas.
-Ven conmigo, princesa -Zayn me cogió como si fuera una princesa disney, como si estubiesemos recién casados, y fuimos hasta el portal de uno de los nuevos edificios que habían construído- es una sorpresa -pudo decir mientras me vendaba los ojos con un foulard.
Entramos en el ascensor y pude escuchar por el ascensor decía "subiendo" mientras el ascensor ascendía. ¿Nervios? En aquel momento muchos. Zayn siempre sabía como hacerme sonreir y siempre me sacaba muchas sonrisas. Por el tiempo que estubimos en el ascensor supuse que estaríamos en sexto o tal vez un séptimo.
-Vale, ahora tenemos que salir del ascensor, enganchate a mi brazo -a la orden capitán ya estaba yo mas que agarrada a su brazo al segundo de haber pronunciado algo y empezamos a caminar por el pasillo, supongo que no sería nada muy raro pues no estabamos ni muy lejosn del ascensor ni tubimos que torcer hacia ningún lado.
-¿Por qué paramos?
-Tengo que buscar una cosa -escuché como rebuscaba entre su bolsillo.
Entramos y cerró la puerta después de que yo pasará.
-¿Que te parece? -dijo mientras me quitaba la venda.
-¿Y esto?
-Lo he alquilado para nosotras para los 3 meses que me quedan en España, 3 meses juntos.
-No hacía falta, siempre me haces regalos de este tipo, y, yo... no tengo dinero ni nada impresionante que regalar...
-Tu eres mi mejor regalo -un ligero beso y otra vez volvía a ser un princesa en los brazos de mi príncipe.
Fuimos por todo el piso, efectivamente era un séptimo y último piso. Tan solo había una cocina no precisamente grande y una habitación con baño. Pero después había una terraza con unas escaleras de caracol que subían a un azotea casi tan grande o más que la casa
Subimos por las escaleras de caracol de la terraza y ya en la azotea nos sentamos es un asiento huevo-colgante de mimbre, Zayn se sentó primero y yo me senté encima suya.
-¿Aguantará el peso de los dos?
-El que se lleva el peor golpe soy yo, mientras tu estés bien Laura, lo demás está demás.
Empezaba a atardecer, los besos, los abrazos y la puesta de sol hacían todo un día precioso, realmente precioso por la sorpresa, y esa puesta de sol que mientras el sol se escondía poco a poco Zayn y yo narravamos las historias que nos gustaría tener de esta casa, desde besos apasionados hasta alguna fiestecilla.
Pero algo, y no precisamente bueno estaba esperandome, listo para atormentarme en mi casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario